miércoles, 10 de febrero de 2010

ECONOMIA

Concepto

es la ciencia social que estudia las relaciones sociales que tienen que ver con los procesos de producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios, entendidos estos como medios de satisfacción de necesidades humanas y resultado individual y colectivo de la sociedad. Otras doctrinas ayudan a avanzar en este estudio: la psicología y la filosofía intentan explicar cómo se determinan los objetivos, la historia registra el cambio de objetivos en el tiempo, la sociología interpreta el comportamiento humano en un contexto social y la ciencia política explica las relaciones de poder que intervienen en los procesos económicos.
La literatura económica puede dividirse en dos grandes campos: la microeconomía y la macroeconomía. La microeconomía estudia el comportamiento individual de los agentes económicos, principalmente las empresas y los consumidores. La microeconomía explica cómo se determinan variables como los precios de bienes y servicios, el nivel de salarios, el margen de beneficios y las variaciones de las rentas. Los agentes tomarán decisiones intentando obtener la máxima satisfacción posible, es decir, maximizar su utilidad. La macroeconomía analiza las variables agregadas, como la producción nacional total, la producción, el desempleo, la balanza de pagos, la tasa de inflación y los salarios, comprendiendo los problemas relativos al nivel de empleo y al índice de producción o renta de un país.

LOS 10 PRINCIPIOS DE LA ECONOMIA

Principio 1: Las personas enfrentan tradeoffs

Un economista inmortalizó hace algunos años el sentido de este principio con la máxima “no existen los almuerzos gratuitos”: para obtener algo que queremos, generalmente debemos dar a cambio otra cosa que también queremos. Al tomar una decisión, sacrificamos un objetivo por la consecución de otro. Ejemplos de lo anterior se presentan en la página siguiente:
Uno de los recursos más escasos de los estudiantes es su tiempo: cuando se estudia para un ramo, se está dejando de estudiar para otro. No sólo eso, mientras se estudia se están dejando de lado otras actividades que le reportan satisfacción al estudiante como dormir, ver televisión, hacer deportes, pololear, etc.

Una familia en general no tiene un presupuesto ilimitado, y así cada mes ella debe decidir cómo el ingreso disponible se repartirá entre las distintas necesidades a satisfacer: alimentación, educación, salud, entretenimiento, vivienda y otras. Así, cuando se gasta un peso en una actividad, se dispone de un peso menos para gastar en alguna otra.

Principio 2: El costo de algo es lo que dejas de percibir por obtenerlo

Dado que las personas enfrentan tradeoffs, el decidir entre dos alternativas requiere la previa comparación entre los beneficios y los costos que implica cada una. Muchas veces sin embargo, el costo de una acción no es tan obvio como a primera vista pudiera parecer.
Consideremos por ejemplo la decisión de estudiar en la Universidad. Los beneficios de esta decisión pueden resumirse como enriquecimiento intelectual y mejores oportunidades laborales una vez egresados. ¿Cuales son los costos? Obviamente dentro de ellos debemos incluir el costo monetario de la matrícula, aranceles, alimentación, transporte, fotocopias, libros y materiales que se ocuparán a lo largo de los años de estudio, pero adicionalmente debemos considerar el uso del tiempo que se destina a estudiar. La valorización de este tiempo corresponde al mejor salario que hubiese percibido por trabajar en lugar de estudiar. Esto es lo que se conoce como costo de oportunidad:

Principio 3: La gente racional piensa en términos marginales

Supongamos que una aerolínea debe decidir cuánto cobrar a sus pasajeros por un vuelo entre Santiago y Miami. Supongamos que volar los 6,653 kms ida y vuelta en una aeronave de capacidad 200 asientos cuenta US$ 120 mil. En tal caso, el costo promedio por asiento es de US$ 600. Uno podría estar tentado en tal caso a concluir que la aerolínea no debe vender tickets a precios inferiores a US$ 600.
Sin embargo, la aerolínea puede incrementar sus ganancias pensando marginalmente. Supongamos que el vuelo está a punto de partir con 20 asientos vacíos, y supongamos que hay un pasajero esperando tomar el avión y está dispuesto a pagar US$ 500 por ello. ¿Debiera la aerolínea venderle un boleto? Por supuesto que sí. Si el avión tiene asientos vacíos, el costo de adicionar un pasajero es insignificante: aunque el costo medio es US$ 600, el costo marginal es simplemente la comida que el pasajero extra va a consumir. Así pues, mientras el pasajero estuviera dispuesto a pagar más que el costo marginal, venderle un boleto es rentable.
Principio 4: Las personas responden a incentivos
Aquí es importante resaltar el rol de los incentivos sobre la conducta humana cuando se diseñan políticas públicas, ya que éstas últimas alteran fuertemente la estructura existente de beneficios y costos. Incluso se da el caso de situaciones en las que se producen efectos inesperados producto de un análisis incompleto de política. Consideremos por ejemplo la introducción de la legislación que impuso el uso obligatorio del cinturón de seguridad en automóviles . Su efecto directo es obvio: ya que mayor número de personas utiliza el cintu-rón de seguridad, aumenta la probabilidad de sobrevivencia de producirse un accidente. En este sentido, el dispositivo salva vidas y ello motivó la reglamentación vigente.

Principio 5: El comercio puede mejorar el bienestar de cada individual

Consideremos a una familia típica. Cuando un miembro de ella busca trabajo, entra a com-petir con los miembros de otras familias que también buscan trabajo. Asimismo, cuando uno va a un mall de compras, compite con los miembros de otras familias que van al mall también a tratar de comprar los mejores bienes al precio más bajo posible. Aunque aparen-temente convendría evitar esta competencia y aislarse del resto del mundo, en reali¬dad con dicha estrategia no estaríamos mejor. ¿Por qué? Básicamente porque si nos aisla¬mos nos vemos obligados a construir nuestra propia casa, cultivar nuestros propios ali¬mentos vegetales, criar nuestro propio ganado, producir nuestra propia lana y cueros para confec-cionar nuestra ropa, etc. Aunque esta imagen bucólica pueda seducir a algu¬nos, en realidad resulta en una manera muy ineficiente de hacer las cosas, por cuanto no todos so¬mos igualmente hábiles para todas estas tareas. Si tenemos la alternativa del co¬mercio (del intercambio por hablar a un nivel más básico), entonces las personas pueden especializarse en aquello que hacen mejor y después intercambiar esos bienes o servicios con otros pro-ducidos por otras personas, quienes al también estar especializadas en aquello que hacen mejor, permite a nivel global disponer de una mayor cantidad y variedad de bie¬nes y servi-cios, y por el hecho de haberlos producidos eficientemente, adquirirlos a un me¬nor costo.

Principio 6: Los mercados son generalmente una buena manera de organizar la actividad económica.

El colapso de la Unión Soviética a fines de los ochenta marcó también el fin del uso de la planificación centralizada como guía de la actividad económica. Tal concepción se basaba en la idea de que sólo el gobierno podía organizar la economía a fin de promover mejor el bienestar de la población, por lo que ciertos funcionarios del inmenso aparato público decidían qué bienes y servicios se producían, cuánto de cada uno, quien debía producirlos y quien debía consumirlos. Hoy en día, la mayoría de las naciones que alguna vez ocuparon tal sistema, lo han abandonado y se encuentran desarrollando economías de mercado.

Principio 7: El gobierno puede a veces mejorar la asignación que un mercado hubiera realizado

Aunque los mercados son generalmente una buena forma de organizar la actividad económica, esta regla tiene dos excepciones importantes: a veces es deseable que el gobierno intervenga en el funcionamiento de los mercados por consideraciones de eficiencia y por consideraciones de equidad.
Aunque los mercados tienden a promover explícitamente el uso eficiente de los recursos (una firma que no lo hace, tendrá costos mayores y por ende no podrá competir con aquellas que sí emplean adecuadamente sus recursos), a veces existen situaciones donde los anterior no se verifica, y por ende se producen fallas de mercado. Una posible causa de ello es la presencia de una externalidad: una externalidad corresponde al impacto que tienen las ac-ciones de una persona o empresa sobre el bienestar de otra. Un ejemplo corresponde a la contaminación atmosférica por parte de algunas industrias. Si ellas no perciben íntegra¬mente el daño que sus acciones tienen sobre el medio, su nivel de emisión será mayor al socialmente deseable. En tal caso, el gobierno puede aumentar el bienestar global de la so-ciedad regulando tales emisiones a través de una política medioambiental.

Principio 8: El estándar de vida de los habitantes de un país depende de su habilidad para producir bienes y servicios

Las diferencias en el estándar de vida entre distintos países es pasmosa. En 1998, un estadounidense promedio tenía un ingreso de 32,600 dólares al año, mientras un chileno ganaba 5,500 dólares al año, y un nigeriano percibía 276 dólares anuales . Esta diferencia de ingresos se refleja en una dispar calidad de vida, lo cual se percibe en la distinta capacidad para comprar bienes, en el acceso a educación y salud de distinta calidad, en las diferentes expectativas de vida, etc.

Principio 9: Los precios suben cuando se imprime demasiado dinero

A principios de 1921, un diario costaba en Alemania 0.3 marcos. Menos de dos años después, el mismo periódico costaba 70 millones de marcos, y los otros bienes en la economía habían experimentado incrementos de orden similar. Este episodio es uno de los más espectaculares ejemplos de inflación: esto es, un aumento en el nivel general de precios de la economía.
En Chile durante el gobierno de la Unidad Popular, la inflación ascendió el año 1973 a más del 600% anual. Muchos gobiernos, como el chileno después de esa fecha, han declarado a la inflación como el “enemigo público número uno” que se debe combatir. Hoy en día, los niveles de inflación en Chile no superan el 5% anual. En el capítulo 5 analizaremos los costos que la inflación impone sobre la sociedad, los cuales explican porqué un objetivo prioritario de cualquier economía es mantenerla a niveles bajos.
¿Por qué se produce la inflación? Imaginemos que la riqueza de un país es 100 y tenemos impreso dinero por 100. ¿Qué pasaría si de un día para otro el gobierno imprime el doble de dinero y tenemos ahora 200? ¿Significa ello que ahora somos el doble de ricos? Por su-puesto que no, el dinero es un medio de intercambio, y la riqueza “real” no ha variado, por lo tanto, a la larga los precios deben ajustarse para tratar de reducir el desbalance entre di-nero y riqueza. Cuando los precios sean el doble de los originales, el balance se habrá res-tablecido, pero en el intertanto la inflación se habrá producido. Así, en la mayoría de los casos, el causante de los grandes problemas inflacionarios es el mismo: el excesivo creci-miento de la oferta de dinero . ¿Y por qué los gobiernos imprimen dinero de esa forma? Porque en muchas ocasiones tienen problemas económicos de corto plazo (desempleo por ejemplo), y eligen el camino fácil de imprimir para financiar proyectos de expansión de la actividad económica.

Principio 10: Existe un tradeoff de corto plazo entre inflación y desempleo

Si es tan fácil explicar porqué se produce la inflación, ¿por qué los gobiernos tienen tantos problemas para manejar la economía? Una razón es que la reducción en la tasa de inflación es frecuentemente una causa de aumento temporal del desempleo. Esta relación se conoce con el nombre de curva de Phillips.
¿Por qué se produce esto? Básicamente porque los precios se ajustan lentamente. Supon-gamos que el gobierno quiere reducir la inflación y para ello reduce la cantidad de dinero en la economía. Sabemos que a largo plazo ello producirá una caída en el nivel general de precios, pero ¿qué pasará en el corto plazo? Como los precios no se ajustan inmediata¬mente, y la gente tiene menos dinero para gastar, en términos relativos el costo de la vida se ha encarecido, por lo tanto las personas pueden comprar menos bienes y servicios. Ello implica menores ventas, y por ende menor producción, por lo que las firmas contratan me¬nos trabajadores, lo que produce un aumento del desempleo. Aunque este tradeoff es tem¬poral, el proceso puede durar varios años, lo que explica parte de los dilemas de los gestores de políticas públicas.

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